jueves, abril 12, 2007

El arrastre de las olas

Con el aliento de una calurosa brisa primaveral hacía esta mañana acto de presencia en mi habitual puesto de trabajo. Una hora más tarde salía por esa misma puerta, con los ojos enrojecidos. Se acabó. Hoy he presentado mi baja voluntaria.
Han sido 2 años y 4 meses lo que ha durado mi travesía por ese mar tan embravecido y del que, en el fondo, me ha costado partir. Voy a un nuevo puerto, donde me esperan unas aguas, parecen, más serenas. Espero, esta vez, echar el ancla tan profundo que ninguna ola pudiera arrancarla. Espero haber acertado con mi decisión.
Solo me queda añadir que este barco se hubiera hundido hace tiempo si no fuese por esas manos que me alzan fuera del agua todos los días, y que en este cambio de rumbo, me han ayudado a sujetar el timón, como otras muchas veces ya lo hicieron. Gracias a vosotros que sois los que me manteneis a flote. Gracias a ese marinero que atravesó mares por tan solo secar mis lágrimas. Gracias, de corazón.

Os mantendré informados de las mareas que pudieran ocasionar cambios. Mientras tanto, aquí estoy, disfrutando de "vacaciones obligadas"... así que, ya sabeis... estoy ociosaaaaa. ¿Alguna sugerencia?

Mil besos y recuerdos a los que las mareas laborales llevaron lejos.